El precio de los carburantes es algo que siempre ha preocupado al sector logístico y del que recibimos muchas consultas por parte de nuestros clientes, que no ven claramente reflejado el descenso del precio del barril con el precio de litro de gasóleo en las estaciones de servicio.
El precio del petróleo es algo que preocupa tanto a analistas como a profesionales, empresas de transporte e incluso países. Según los datos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos, desde que comenzó a bajar en julio de 2014 el precio del barril de crudo Brent ha bajado en mayor proporción que el del gasóleo, ciertamente en mucha mayor proporción.
El precio del gasóleo se compone de tres elementos principales:
- El coste del combustible al por mayor
- El margen bruto al que hay que sumar los costes de distribución
- El gravamen de los impuestos
Si el coste del combustible baja, es ciertamente probable que sean los otros dos aspectos, los que estén marcado la diferencia, el margen bruto del mayorista así como los costes de distribución, los que también incluyen coste de personal y del transporte de carburante, una aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética y el mantenimiento de las estaciones de servicio, siendo este componente el que representa en un 15% el precio final del gasóleo.
Los impuestos forman la parte más importante en cuanto al precio final del producto, al que se le aplican tres impuestos, los impuestos especiales estatales y los autonómicos, y el 21% de IVA, lo que hace que la suma de los impuestos pueda superar fácilmente el 50% del precio final.
Si a eso le sumamos que recientemente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abogado por la entrada de más operadores en el mercado de carburantes para fomentar la competencia y mejorar el precio final al consumidor, ya tenemos la respuesta.
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